La Mesa del Congreso busca poner fin a los shows de Podemos
La Mesa del Congreso ha abierto una «reflexión» para evitar que se repitan actuaciones como las del pleno de la pasada semana, cuando que Pablo Iglesias se dirigió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con expresiones como «se la bufa» o «se la pela».
Según fuentes parlamentarias, entre los grupos existe un «hartazgo mayoritario» ante lo que se considera un «insulto» a los ciudadanos y un daño a la imagen de la institución, por lo que se trata de llegar a algún compromiso o medida reglamentaria que evite ese tipo de comportamientos.
Las mismas fuentes van más allá y sugieren que «no es sólo una cuestión de Reglamento» sino que urge «un gran consenso político» que rechace la imagen que en los últimos tiempos se está ofreciendo a los ciudadanos sobre el trabajo de los diputados en la Cámara.
En este sentido, una mayoría de parlamentarios ha trasladado a la Mesa su malestar porque la fotografía que, pleno tras pleno, llega a los ciudadanos sea la del «mero espectáculo» y se obvien los debates sobre iniciativas y propuestas.
«De lo que tendríamos que estar hablando es de dependencia o muerte digna pero no puede ser que el titular sea el que monta el espectáculo», reprochan las mismas fuentes. «La solución es la moderación pero también la actuación», concluyen.
Las sesiones plenarias suelen estar marcadas por los sucesivos espectáculos de Podemos, bien sea en forma de ‘desplantes’, pancartas reivindicativas o camisetas.
De hecho, esta acción de protesta se ha convertido en una de las señas de identidad para los de Iglesias. Sin ir más lejos, el pasado miércoles, la propia presidenta del Congreso, Ana Pastor, tuvo que llamar al orden a los diputados del partido morado advirtiéndoles de que «el hemiciclo no es un tendedero, es la representación de todos los españoles». Los parlamentarios habían colgado camisetas reivindicativas en sus escaños, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, y para reclamar «Agua Pública 100 por cien».
Sanción a Cañamero
La Mesa del Congreso estudia también si cabe algún tipo de apercibimiento al diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero, por «intimidar» al ministro de Justicia, Rafael Catalá, en una de las últimas sesiones plenarias.
Cañamero se acercó al escaño de Catalá en el hemiciclo portando carteles en los que pedía la libertad para Andrés Bódalo, el concejal de Podemos en Jaén en prisión por agredir a otro edil socialista, en 2012.
Se da la circunstancia de que los hechos se produjeron antes del inicio de la sesión, un momento que no está recogido en los Reglamentos. De hecho, la propia Pastor no pudo llamarle al orden porque el pleno aún no había comenzado. Según fuentes parlamentarias, la Mesa estudia cómo podría llevarse a cabo la sanción, si la hubiese, ya que no existen precedentes.
Tanto el PP como el PSOE y Ciudadanos han coincidido en la necesidad de que ese «escrache» no puede quedarse sin amonestación.
En fuentes de la Mesa del Congreso se asegura que aunque la «convivencia» entre los distintos grupos que la componen es «satisfactoria», tratar asuntos como los anteriores es «complicado».